casa fresnos
La posición de dos arboles de fresno exige pensar la casa y su programa alrededor de ellos. El primer gesto fue dividir la casa en tres volúmenes de manera que los arboles se volvieran puntos de referencia desde cualquier punto de la casa. Un núcleo de concreto concentra las circulaciones verticales que culminan en dos pasillos laterales que atraviesan los patios, permitiendo tener una relación más cercana con los arboles.
Como resultado, la casa se vuelve un escenario de si misma, en cuanto a que no importa en que parte de la casa uno se encuentre, siempre tendrá vistas parciales a otras partes de la casa. Así, la casa permite y provoca una noción de sociabilidad entre los miembros de la familia que no necesariamente exige que compartan un mismo espacio o una misma actividad, sino que considera importante simplemente estar consciente de la presencia de las otras personas como gesto inicial de convivencia.